jueves, 20 de enero de 2011

Manuel Durán (*): Los poetas puros (poema)



Pasan en cabalgata, montados en sus lirrios,
o asidos a las nubes, que, blandas, los acogen.
Eligen sus vocablos como quien compra joyas.
Los manejan con pinzas, los guardan en estuches.
.
Sus teléfonos blancos los conectan con Dios.
Se lavan con rocío. De noche, en la cantina,
se emborrachan con néctar que ha sido embotellado
por ángeles purísimos de amnos enguantadas.
.
La muerte los respeta: los nuevos diccionarios,
las plantas ilustradas de los libros de texto,
los defienden, los salvan: cuando llegan las sombras
se encienden tras sus bustos los halos blanquecinos.
.
Y apenas envejecen. Su piel, rosada, tersa,
al envidian las mujeres. Sus ojos asombrados
cosechan los matices, los ordenan, los limpian.

(Abajo, entre las sombras, mi quejido se apaga.)

(*) http://blogs.ideal.es/franciscoarias/2008/5/25/manuel-duran-arias-solis-francisco


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