miércoles, 31 de diciembre de 2008

José Mª Amigo Zamorano: 'Las Horas perdidas'

Las horas perdidas

Con este título apareció el décimo número de la colección 'El toro de granito' (1). Su autor, Vicente Sánchez Pinto, nacido en Salvadiós allá por el año 1929. Según se dice en la contraportada es hombre culto: cursó estudios de Filología Romana en la Universidad de Salamanca y Literatura italiana y francesa en las de Florencia y Sorbona.

Hace un cuarto de siglo que los talleres de El Diario de Ávila terminaron de imprimir estos poemas; concretamente el 29 de octubre de 1969.

Consta de cinco partes: LA NIÑEZ RECOBRADA, A ORILLAS DE LA PLEGARIA, YA NO TENEMOS TIEMPO, LA FRAGANCIA PERDIDA y ESTAS ROSAS TAN FRÁGILES. A modo de prólogo tiene dos poemas: uno dedicado a don José Luis López Aranguren (2) y otro a don Alfonso Querejazu (3); terminando con tres sonetos: 'Triptico de Ávila', que dedica al poeta y director de la colección, don Jacinto Herrero Esteban (4).

En el pórtico de 'La niñez recobrada', el poeta asciende a portavoz universal de la angustia del hombre, viniendo a

decir sencillamente lo que pienso, 
-y lo que pensáis-
y pienso que si vivo es que me muero. 
Una trivialidad, diréis, así lo entiendo. 
Mas plena de amarguísimo misterio'. 

Luego, soneto tras soneto, camina hacia el polvo y la nada, bajo una 'luz ardida y acabada', por lo tanto, yerta ya; 'cuánto dolor!, 'qué fiero sufrimiento!', exclama, corriendo a refugiarse al único lugar que, cree, puede cobiojarle y ponerle a salvo de esa angustia, la niñez:

'ser niño otra vez y en la callada
melancolía de la primavera
ir a jugar de nuevo en la pradera
donde mi infancia se quedó parada'.

Unos poemas recogen el deseo del poeta de asirse con fuewrzaa algo; busca la plegaria, como un naufrago busca un clavo ardiendo; se desazona y su voz es balbuciente por 'no saber por qué estoy angustiado', 'y el alma se me agita como una llama al viento'. Mira a un lado y a otro, reconociendo que yo no tiene tiempo. Ha llegado a esta conclusión, recordando la soledad de los muertos, como Bécquer:

'estamos solos, decimos 
y es entonces
cuando surgen los nombres, 
las cosas que murieron, los recuerdos'. 

Pero siempre queda un resquicio, si bien débil, para la esperanza, así el poeta termina esta parte diciendo 'volaban las sonrisas como aves en el alba naciente'.

Ya en otra parte se preguntaba, desesperadamente, la razón de su sufrimiento, sin encontrar respuesta. Si alguna vez, para él, la vida ha encontrado color, ha sido en el pasado, siempre en el pasado; de manera que es como una fragancia perdida, o como una risa lejana, tal vez recuerdos dulces; en resumen: oleadas de suspiros; en 'estas rosas son frágiles', nuestro vate insiste en su dolor: 'tengo la boca fría cuajada de luna amarga' con amarguísimo acento lorquiano.

Punto final amargo como el comienzo amargo; se nos ocurre que termina a lo Lorca comenzando a lo Miguel Hernández; todo un circulo doloroso.

Con este poeta concluimos el reconocimiento a la labor llevada a cabo por don Jacinto Herrero (*), en la colección 'El toro de granito'. Subjetivo como ha sido, ahora queda una parte objetiva que profesores y estudiantes pueden realizar científicamente. Nosotros somos simples aficionadillos.

José Mª Amigo Zamorano

El Diario de Ávila (27/XII/1994)

__________

(1) Colección de poesía dirigida por Jacinto Herrero Esteban

(2) Famosísimo profesor y filósofo español. Ver:

http://blogs.hoy.es/franciscoarias/2008/1/13/jose-luis-lopez-aranguren-francisco-arias-solis.

(3) Profesor del Seminario Diocesano (Ávila) que nació en Sucre (Bolivia); estudió en Buenos Aires, Deusto, Oxford, Hamburgo, Bonn, Berlin y desempeñó cargos en la Sociedad de Naciones. Buscando un clima para una enferdad pulmonar llegó a Ávila y allí ordenó sacerdote.

(4) Poeta de profesión sacerdote. Fue profesor del Seminario Diocesano. Nació en un pueblecito de Ávila de nombre Langa, de donde es su amigo el escritor Jiménez Lozano. Viajó por América. Concretamente Nicaragua. Allí conoció a los poetas Ernesto Cardenal y Cuadra. Magnífico poeta, dirigió la colección de poesía 'El toro de granito' a la que se refiere José Mª Amigo Zamorano en su artículo. José Mª Amigo Zamorano quiso rendir un homenaje a su labor, para lo cual escribió en el periódico de la ciudad de Ávila un comentario por cada poeta abulense (solo los abulenses) que la colección editó. Rescatándola del olvido. Naturalmente salieron en esa colección numerosos poetas de España y América, pero el señor Amigo Zamorano solo se dedicó a reseñar a los de Avila.

(*) Por cierto, a finales del 2007, patrocinado por el Ayuntamiento de Ávila,  se editó el libro 'Escritos recobrados' de Jacinto Herrero Esteban. Como su nombre indica contiene artículos de D. Jacinto Herrero. Entre ellos los que publicara en la revista 'Caminar conociendo' que dirigiera José Mª Amigo Zamorano desde la Biblioteca Pública Muncipal de Las Navas del Marqués. Estos artículos son: 'La culebra y la leche'. 'Caminar conociendo', nº 2. Junio de 1993; 'Esos libros crepusculares'. 'Caminar conociendo', nº 4. Mayo de 1995. Entre los 'Escritos recobrados' no aparecen poemas; en 'Caminar conociendo' publicó también dos poemas. Ponemos en uno de los blogs de nombre 'Caminar conociendo' esto, porque ¿qué mejor sitio que este? Ninguno. Desde 'Caminar conociendo' se impulsó un homenaje a don Jacinto Herrero Esteban que se celebró en el Castillo-Palacio de Magalia al que acudieron numerosos amigos entre ellos el escritor Jiménez Lozano que dijo aquello de: 'Puedes estar contento porque te han hecho un homenaje; honor que aun espera López Aranguren desde su tumba'.

O algo parecido.

Muy buen comentario, sin duda.

miércoles, 17 de diciembre de 2008

Iswe Letu: Paso a paso en 'presencia' (1) de Mutabaruka

Paso a paso en 'presencia'(*) de Mutabaruka
*
Un poema para una literatura contra el racismo
*
Eternamente presente
Aquí y ahora mismo
Más allá de las distancias forma viva
A pesar del tiempo que todo lo gasta
De la vieja amistad que amo
Convirténdolo en humareda
Procesión lenta, majestuosa
Como brujas de unos verano
De nubes que parecen
Elevándose en el cielo
El brillante resplandor del sol
Luminoso recuerdo presente
Reflejado en el curso del agua
Que vivifica ese pasado
Indolente que murmura
Encarnizado en luchas
Viejos recuerdos embellecidos

Que nos hicieron poco a poco
De nuestra infancia común.
No eres más que un delgado
Hilo de agua en el brumoso desierto de esos días
Vacíos, vanamente absorvidos
No eres más que una gota de recuerdo
Que se transforma en río en el desierto de estos días
huecos, ferazmente rememorados
Un saludo siquiera
Un recuerdo perenne
Para ti que no olvido
Para ti que no has muerto
Eterna presencia de la vieja amistad...

Iswe Letu

__________
(1)El poema de Mutabaruka aparece destacado en rojo.

(*) 'Presencia' es un poema de Jean-Baptiste Mutabaruka que aparece en la página 337 de la antología de Rogelio Martínez Furé titulada 'Diwan africano. Poetas de expresión francesa', de la Editorial Arte y Literatura, Ciudad de la Habana, Cuba. Año de 1988.