viernes, 6 de mayo de 2011

Otto René Castillo (*): Informe de una justicia (1)


Tal vez no lo imagines,
pero aquí,
delante de mis ojos,
una anciana,
Damiana Murcia, v. de García,
de 77 años de ceniza,
debajo de la lluvia,
junto a sus muebles
rotos, sucios, viejos,
recibe
sobre la curva de su espalda
toda la injusticia
maldita
del sistema de lo mío y lo tuyo.


Por ser pobre,
los juzgados de los ricos
ordenaron desahucio.
Quizás ya no conozcas
mas esta palabra.
Así de noble
es el mundo donde vives.
Poco a poco
van perdiendo ahí
su crueldad
las amargas palabras.
Y cada día
como el amanecer,
surgen nuevos vocablos,
todos llenos de amor
y de ternura para el hombre.


Desahucio.
¿Cómo aclararte?
Sabes, aquí,
cuando
no puedes pagar el alquiler,
las autoridades de los ricos
vienen y te lanzan
con todas las cosas
a la calle.
Y te quedas sin techo
para la altura de tus sueños.
Eso significa la palabra
desahucio: soledad
abierta al cielo, al ojo juzgor
y miserable.


Este es el mundo libre, dicen.
¡Qué bien que tú
ya no conozcas
estas horredas libertades!


Damiana Murcia, v. de García,
es muy pequeña,
sabes,
y ha de tener tantísimo frío.
¡Qué grande ha de ser su soledad!


No te imaginas
lo que duelen estas injusticias.
Normales son entre nosotros.
Lo anormal es la ternura
y el odio que se tiene a la pobreza.
Por eso hoy mas que siempre
amo tu mundo.
Lo entiendo,
lo glorifico,
atronado de cósmicos orgullos.
Y me pregunto:
¿por qué, entre nosotros,
sufren tanto los ancianos,
si todos se harán viejos algún día?
Pero lo peor de todo
es la costumbre.
El hombre pierde su humanidad
y ya no tiene importancia para él
lo enorme del dolor ajeno,
y come,
y ríe,
y se olvida de todo.
Yo no quiero
para mi patria
estas cosas.
Yo no quiero
para nadie en el mundo
estas cosas.
Y digo yo,
por qué el dolor
debe llevar
claramente su aureola.


Este es el mundo libre, dicen.


Ahora compárame en el tiempo.
Y dile a tus amigos
que la risa mía
se me ha vuelto una mueca
grotesca
en medio de la cara.
Y que digo amén su mundo.
Y lo construyan bello.
Y que me alegro mucho
de que ya no conozcan
injusticias
tan hondas y abundantes.
___________
(*) http://www.literaturaguatemalteca.org/Otto.html

(1) Leído en el poemario 'Vámonos, Patria, a caminar'

 (Del libro 'POESÍA REVOLUCIONARIA GUATEMALTECA. de Mª Luisa Rodríguez. Edita: Zero, S.A. Madrid, octubre 1969)

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