ritmo
onda en la noche a través de las selvas,
nada - o un alma nueva
timbre
entonación
vigor
dilatamiento
vibración gradualmente fluye de la médula,
y agita en su camino un viejo corazón dormido,
tomándole el pulso y enroscándose
da vueltas,
y vibra todavía, en las manos, los riñones, el sexo,
los muslos, la vagina y descendiendo más abajo
hace entrechocar las rodillas, las articulaciones de los tobillos,
la adherencia de los pies, ¡oh! este frenesí
que me rezuma del cielo.
Pero también, oh amigo, un nuevo orgullo que desciende ante
nuestros ojos al pueblo del desierto, un valor inapreciable,
un alma inflexible, un gesto sin sacudidas
en una carne sin fatigas.
Paul Niger
1 comentario:
Un saludo, no conocía este poema, ni a este autor. Me gusta. Un saludo.
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