"... Clamaron
El cielo pertenece a Dios
los pueblos respondieron
la tierra nos pertenece
E vi correr sangre
la sangre sobre la tierra..."
Myrian Ben
LA AUTENTICIDAD
INTRODUCCIÓN DE NADIA ZAHAF:
Myrian Ben vive en Árgel, ciudad donde nació. Niña en la tormenta en la Segunda Guerra Mundial, descubre, por haberlo vivido, en las primeras hora de la escuela y los primeros años del instituto, el sentido trágico del vocabulario colonialista y fascista: tanto nacida francesa, automáticamente, por 'decreto' de la República, tanto desafrancesada -siempre automáticamente- y declarada 'indígena' -también por 'decreto'- pero esta vez por el régimen del mariscal Pétain; con 14 años, Myriam Ben decide que su nacionalidad será 'anticolonialista'.
Desde aquel entonces, comprometida con todas las luchas del pueblo argelino para su libertad, Myriam reconocerá, como éste pueblo y con él, los sufrimientos de la represión colonialista.
En 1982, publicó, en Árgel, un libro, Así nació hombre. En 1984, publicado en París en Collections Escritures Árabes, un libro de poemas, Sur le chemin de nos pas 'Sobre el camino de nuestros pasos', desgraciadamente aún inédito en castellano.
L'AUTHENTICITE ´La autenticidad´ es uno de los muchos poemas escritos por la autora en este libro 'Sur le chemin de nos pas'. Reproducimos aquí todo el poema. En el número 7 de la revista 'Caminar conociendo' solo reprodujeron amplias estrofas.
La Autenticidad
es el conjunto de la humanidad
que corta en dos los cuerpos
los corazones y los cerebros
después los devuelve a la madre
que los recupera
de las manos del verdugo
La madre
su diosa servil
su sin embargo buenamente
escrupuloso y dócil
y a veces incluso cariñoso
que trasmitió tan bien
su lenguaje hipócrita
que nos acaricia de sus besos bendecidos
vierte en nosotros la ilusión de la fe
vuelo a las palabras hasta llegar a su esencia
las gira y las vuelve a girar hasta que se ahogan
hipnotiza a las muchedumbre
y desconcierta al hombre
apaga los barcos-fuego en la marejada
hace del vidente en ciego como si en resumidas cuentas
ellos animaban para quebrantarla
sea el insulto sea la afrenta
sea el beso
que hace que el alma se vuelva frágil
la estatua en el barro
marcando sobre su frente
al tizón enrojecido
la estrella de fuego la estrell de oro y de sangre
que hace que la mirada de la inocencia se vuelva desesperada
que sólo cuenta ramas en las heridas de los árboles
el corazón lúcido en plena niebla
conjura los demonios de ignorancia
que atraviesa los espejos
de mañana
y ceolebran la esperanza
un puñal en la mano
inmolan sacrifican
y queman en holocausto hasta el millón de seis
hasto el sol estos días en retraso al levante
hasta el desafío y del número y del evrbo que mienet
martillando
el nombre de Dios
es al comienzo que el verbo acaba
es al alba que se grita
el gran Dios
es el claro ceniza de la luna
que la música del silencio alrededor
nos habla de las mañanas felices
en la magia de lo bonito
que sólo se foraj en el amor
como el viento que levanta la arena
paar crear dunas
No el cuchillo no fue creado para degollar el cordero
¡Ah! Muéstrame al hombre que merece
que un hombre sea ejecutado para él
pra él la llama que se apaga palpita
y para él el tributo del fuego
y para él la combustión
y para él la escoria del plomo
y para él el cómplice de la ceniza
el gran lavado ígneo para purificarle
en purificación del alma de los asesinos
cuando el verbo mató
y cuando el verbo mata el canto de la cosecha
que hicieron con el cisne cantante
que veo solitario y bañado en sangre
y que canta y que canta
y que canta en mí
Siempre vivo.
Myriam Ben
(traducción de Nadia Zahaf)
APARECIDO EN LA REVISTA 'CAMINAR CONOCIENDO' Nº 7, PAG. 47 y Nº 8, PAG. 35
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